Hokusai capta un fenómeno natural muy corto. Esta representación del instante, una impresión fugaz, es característica del ukiyo-e, "pinturas del mundo flotante y efímero". Esta impresión transcribe la visión literal y metafórica que pone de relieve el dinamismo de la composición: el momento en que la ola amenaza con arrastrar y engullir los vulnerables barcos y pescadores, símbolo de la humanidad, cuya frágil existencia está sujeta a los caprichos de la naturaleza.

Si la ola impone tanto, es sobre todo por la estética. Hokusai introduce la técnica de la perspectiva europea para crear profundidad espacial. La ola aparece en primer plano, mientras que el volcán parece un diminuto testigo de una escena en la que los pescadores en riesgo de convertirse en un mar furioso con la figura fragmentada en la parte superior de una multitud de pequeñas olas, similares a las garras de los dragones amenazantes, comunica la energía creativa de la artista. 

Fuente: Musée Guimet