Tiziano es el inventor de un tipo de retrato psicológico cuya fuerza está en la atención que se presta a la expresión. El contraste entre la oscuridad del fondo y los tonos de la ropa y la luz de la piel clara, resaltado por la camisa blanca, permite al pintor enfocar el interés en que expresa la personalidad del modelo: la cara y las manos de este joven de sobria elegancia que hacen alusión a una sensibilidad compleja, energético y melancólico a la vez.

El hombre con guante, apoyado en un bloque de mármol, se recorta sobre un fondo de sombras. Lleva puesto un jubón negro y camisa blanca plisada atada el cuello por una fina cuerda. El doblete entreabierto revela una cadena de oro con un medallón con un zafiro y una perla. Su mano izquierda, enguantada, está sosteniendo el otro guante. En el dedo índice de su mano derecha lleva un anillo con un escudo de armas. La postura del modelo es natural, incluso indiferente: su cuerpo parece estar a gusto en el espacio de la pintura a pesar de estar fuertemente centrada en él. Se le representa de frente, con la cabeza y los ojos ligeramente ladeados hacia la derecha. La identidad de la joven aún no ha sido desscubiera. La elegancia de su aspecto, en particular los toques de refinamiento de los guantes de cuero y el pelo cuidadosamente peinado, sugieren que era un aristócrata, de unos dieciocho o veinte años de edad, ávido seguidor de la moda en la Venecia de su época.

Con una selección de colores, deliberadamente restringida y contrastada - el fondo y la ropa de color negro en contraposición a la tez clara de la piel - Tiziano destaca el carácter del personaje. Este nuevo énfasis en el individuo refleja el gusto humanista que rodea al pintor en el momento de llevar a acabo la obra. El artista ha conseguido plasmar vívidamente la personalidad psicológica del modelo mediante una meticulosa observación, centrándose en su cara y sus manos, y no multiplicando los atributos y detalles decorativos: sólo un ojo agudo puede traducir en sensibilidad, gracia melancólica y simplemente la presencia de este joven. Considerado uno de los más grandes pintores de retratos del Renacimiento italiano, Tiziano desarrolló la tipología de retrato psicológico, cuya fuerza radica en la intensidad de la expresión del modelo. Probablemente pintado hacia 1520, este retrato juvenil anuncia muchos retratos de monarcas y aristócratas por venir, que le haran ganarse al maestro veneciano el apodo de "pintor de príncipes".

Fuente: Musée du Louvre